Si pronunciamos en conjunto dos vocablos, como son “barcos”
y “Prehistoria”, a todo amante de ésta, y al que no lo es tanto, se le viene
a la mente un lugar: La Laja Alta en Jimena de la Frontera.
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Laja Alta |
La Laja Alta es una pequeña cueva o abrigo rocoso, dado a
conocer en 1978, donde se pueden encontrar pinturas rupestres en las que se
representan embarcaciones. Este abrigo es crucial para entender la evolución y
origen de las embarcaciones a lo largo de la historia, y es por ello que son
muy conocidas entre los estudiosos y amantes de la arqueología e historia en
general.
Lo cierto es que la Laja Alta se considera, en ese sentido,
un lugar único, y puede que lo sea, pero ¿es el único lugar donde se
representan barcos a través de la pintura rupestre? Lo cierto es que no. De
hecho, en el término de Medina Sidonia podemos encontrar la Cueva de los Tres
Ciervos, descubierta por Topper en la década de los ochenta, en la que se puede apreciar una
embarcación con tripulante antropomorfo en cubierta.
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Embarcación en Cueva de los 3 Ciervos |
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Tripulante sobre la embarcación |
Pero no solo se pueden encontrar embarcaciones de este tipo en
estos lugares, sino que, y este es el motivo principal de esta publicación,
también las podemos encontrar en nuestro término, en Alcalá de los Gazules.
Esta cueva que nos ocupa se denomina Cueva de la Berrea, y
se ubica en una zona rocosa de la sierra alcalaína, en un paraje relativamente
cercano (y digo “relativamente” porque dista kilómetros) a lo que fuera la
Laguna de La Janda. Cabe mencionar que la zona alrededor de donde se ubicó la
mencionada laguna es la más rica en cuanto a arte rupestre se refiere en
nuestra provincia. Este abrigo fue descubierto por el campo-gibraltareño Juan
Mateo Valle en 2015, y en el mismo, aparte de otros motivos rupestres, se puede
encontrar una embarcación.
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Cueva de la Berrea |
Pero, ¿cuál es su datación? Para responder a esta pregunta,
a falta de un estudio del abrigo alcalaíno, debemos remitirnos a los llevados a
cabo en la cueva jimenata.
La Laja Alta es un abrigo rocoso de arenisca situada a 370
metros de altitud y a unos 27 kilómetros lineales de distancia del Estrecho de
Gibraltar. Otra característica a reseñar es que su ubicación coincide con el
paso de unión de las vertientes mediterránea y atlántica. De hecho se sitúa a
escasos metros del camino que unía las ciudades prerromanas de Oba (actual
Jimena de la Frontera) y Lascut (actual Alcalá de los Gazules), camino que más
tarde pasaría a denominarse Ruta de los Quintos, ya que era el que usaban los
jóvenes para dirigirse a Cádiz, pasando por Alcalá, para alistarse en el
ejército, y actualmente se le conoce como Vereda Jimena-Patriste.
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Camino Jimena-Alcalá |
El abrigo fue descubierto por Jacinto Boza Córdoba, quien se
lo comunicó a Salvador Corbacho Rey, amante de la historia, pensando que sería
cosa de carboneros. Movido por la curiosidad, Salvador se lo comunicó a Ana
María Vallecillo Soriano, concejal de Cultura en Jimena.
En la cueva en concreto se representan ocho barcos, (aunque parece que ha aparecido un noveno navío) además
de muchas otras figuras. Su datación siempre ha sido controvertida. La teoría
más aceptada durante un tiempo fue que los navíos se podrían corresponder con
la llegada de los fenicios al Estrecho de Gibraltar, en torno a los años 1000 y
700 a.C. Algo que podría coadyuvar a esta datación sería la existencia de un
antiguo embarcadero fenicio en el rio Hozgarganta, el cual se encuentra a
escasa distancia de la Laja Alta. De hecho, Oba significa “puerto fluvial” en
el lenguaje indoeuropeo. Además, las pinturas son bastante similares a lo que
serían los navíos fenicios usados en Tirreno. Esta teoría también es apoyada por los estudiosos Sassoon y Aubert en sendos trabajos en 1993 y 1999 respectivamente. El primero de ellos sugería una datación romana, mientras que el segundo proponía una datación fenicio-cartaginesa. Más recientemente, ya en la década de los 20´s de nuestro siglo, se ha hecho otro estudio en la Universidad de Cádiz por parte de un miembro del equipo de la arqueóloga Maria Lazarich para el trabajo de fin de Máster. Su autora, Ana María Gomar, defiende que los dibujos representan una tecnología naval medieval datando las pinturas en la Baja Edad Media, entre los siglos XIII y XIV. Este trabajo ha sido publicado en la revista científica internacional Zephyrus.
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Navío fenicio |
Sin embargo, en 2013, los científicos de la Universidad de
Granada, Eduardo García Alfonso y Antonio Morgado Rodríguez, los dataron en el
Neolítico, por lo que serían los barcos más antiguos de la historia.
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Laja Alta |
¿Cómo llevaron a cabo esta datación? Pues se usaron medios
como el escáner 3D en el abrigo, tratamiento de imágenes
mediante DStretch, análisis de reflectancia de fibra óptica de
pigmentos y dataciones absolutas (Carbono-14 y termoluminiscencia).
Con estos medios analizaron los pigmentos de la cueva, más concretamente los
pigmentos de las pinturas negras, que son los que contienen material orgánico,
ya que los rojos se realizan con óxido de hierro. Las pinturas negras están
sobre las rojas, por lo que son posteriores, y las mismas tienen una datación
de hace unos 6.000 años, es decir, del 4.000 a.C. por lo que se corresponden
con el Neolítico reciente y el Calcolítico del sur de Iberia. También se dató
cerámica del lugar que era coetánea a estas pinturas.
Este descubrimiento pone en entredicho la idea de que las
sociedades prehistóricas del sur peninsular eran carentes de avances
tecnológicos relevantes, ya que contaban con medios para navegar a larga
distancia.
En cuanto a los barcos ¿qué representan? Tradicionalmente se
ha interpretado que describirían un acontecimiento singular: el encuentro de
las poblaciones del Mediterráneo oriental, con un grado de dominio de la
navegación considerable, y las poblaciones indígenas del sur de la península
ibérica. Hay que tener en cuenta, que hace miles de años, mientras existían
tribus indígenas había pueblos más desarrollados como Tartessos. Sin embargo,
las últimas aportaciones científicas cuestionan esta interpretación. En primer
lugar, por la propia arquitectura de las embarcaciones y, en segundo lugar,
debido a las recientes dataciones absolutas. También
se ha interpretado estas representaciones como una simple escena de pesca.
Otros autores consideran que la Laja Alta podría tratarse de
una especie de catálogo de embarcaciones, ya que representa distintos tipos de
navíos.
La primera representación náutica es doble. Por un
lado, una bonita embarcación con la línea
de la quilla y las bordas de babor y estribor.
Entre ambas, una serie de bancadas, de lo que se
deduce que dispondría de remos, aunque no se
han dibujado. A popa, un codaste de gran
tamaño. Falta parte de proa debido a un desconchón y
el espolón no se puede ver en su totalidad. En el centro, el mástil
rematado por el motón, se encuentra afianzado por un par de cabos. Se vislumbra una
verga, así como las jarcias correspondientes.
Esta embarcación se encuentra dentro de una
estructura cuadrada que tradicionalmente se ha
interpretado como una especie de
embarcadero/astillero, que debido a la forma podría tratarse de un embarcadero tipo Cothon. La existencia de algunas formas
geométricas añadidas en la esquina superior
izquierda y otras en la opuesta, hacen pensar que esa
estructura no es ornamental. Daños en la roca impide
verla en su totalidad. Algunos indicios en la
densidad del pigmento llevan a pensar que
dispondría de una abertura en la esquina inferior
izquierda. Se aprecia varias columnas con trazas de
pigmento rojo que “caen” sobre la embarcación.
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Barco 1 |
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Cothon |
El segundo barco es
una nave
sencilla, posee un casco redondeado por la proa
y con una popa prominente que describe un
gran arco hacia el interior de la nave. Algún autor
ha supuesto la representación de una vela triangular,
sin embargo, no se aprecia en las imágenes
tratadas. El tratamiento sí deja ver otras
líneas más finas y casi imperceptibles que componen
algunas formas geométricas. Entre ellas
destaca un círculo bajo uno de los cabos del aparejo.
También aporta una novedad interesante: un
gran mástil que termina en una forma rectangular
con forma de bandera o vela pequeña. Tradicionalmente
se ha calcado esa bandera/vela como
parte integrante de la estructura cuadrada que
hay a su lado. Sin embargo, observando detenidamente
las imágenes tratadas, hay que rendirse
ante la evidencia: se ve claramente que
el comienzo del mástil está en parte frontal de
la curva de la popa de la nave, como una continuación
de su curva; y se puede observar con claridad
que el mástil está pintado con un trazo diferente, más transparente, casi superpuesto al
trazo que forma la figura cuadrada.
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Barco 2 |
El
tercer navío es el más conocido del abrigo. Se trata de un barco alargado con siete remos y otro más de caudal a popa. Se percibe una mancha circular en el centro del casco.
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Barco 3 |
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Monumento a la Laja Alta |
La cuarta nave, aparentemente, no tiene arboladura, dispone
de ocho remos también (aunque a simple vista pueden parecer cuatro) y la roda es más sencilla que en el caso anterior. La
pérdida de
algunas lascas de la pared hace imposible describirla
con todo detalle.
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Barco 4 |
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Veleta en Jimena |
El
quinto barco también tiene popa curva, pero hacia dentro y con mástil, obenques
y lo que parece ser una cofa. De este barco se piensa que podría ser un barco
de juncos por las pequeñas líneas verticales de su casco. Se representa navegando hacia el Oeste y su casco está totalmente de perfil.
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Barco 5 |
La sexta embarcación es muy pequeñita, casi imperceptible, y se sitúa bajo la anterior. Tiene casco redondeado y mástil apuntalado con dos jacias y el correspondiente motón. Se ven unos cabos que lo unen con la embarcación 5, por lo que podría estar realizando labores conjuntas.
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Barco 6 |
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Barco 6 bajo Barco 5 |
El séptimo navío cuenta con cinco remos con pala en su extremo
y un timón también terminado en un ensanchamiento.
La imagen tratada hace considerar la posibilidad de que su casco sea elaborado a base de material
vegetal, dado el elevado número de líneas que
lo recorren transversalmente y que con toda seguridad
simbolizarían las cuerdas que sujetan los
mazos.
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Barco 7 |
La octava embarcación es pequeña y posee varios remos, mástil
y estructura elevada en popa. La figura está muy deteriorada.
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Barco 8 |
Finalmente, parece ser que hay un noveno navío bajo los barcos 5 y 6. La figura está
realizada con un trazo fino y muy
poco definido. Consta de un casco recto representado
igualmente de perfil, con un trazo para
la quilla y otro para la borda, sin dejarnos ver la
cubierta. La proa cuenta con una gruesa roda vertical
y recta. También dispone de un mástil y un
par de jarcias, una de las cuales describe una curva
y se une al casco de la embarcación 6 por la
quilla. Es significativo que también parece tener unas
líneas onduladas más finas que lo unen a los barcos
número 5 y 6. Su quilla parece descansar sobre
una forma circular.
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Barco 9 |
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Barco 9 bajo Barco 6 |
Pues bien, una vez analizada la datación de las
embarcaciones y su tipología, deberíamos extrapolar esta información a la
embarcación de la cueva que nos ocupa, la cueva de la Berrea, ubicada en nuestro
término y todo ello queda justificado por los datos con que obramos.
Por un lado, esta cueva también se encuentra en el paso natural que une las vertientes mediterránea y atlántica, tal y como acontece con la Laja Alta.
Por otro lado, se encuentra en un entorno donde podemos encontrar otra cueva que también tiene pinturas negras sobre pinturas con pigmento rojo. Además, esas cuevas del lugar son neolíticas, por lo que no es muy aventurado suponer que las dataciones son similares.
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Pinturas negras sobre ciervo rojo |
Dicho esto, la embarcación está representada en pigmento rojo, al igual
que las pinturas de la Laja Alta, y éstas son anteriores a las negras que
fueron datadas en el 4.000 a.C., por lo tanto, esta pintura debe tener como
mínimo esa datación, es decir, unos 6.000 años, ergo estaríamos hablando del
Neolítico. Datación que, por otra parte, coincide con la mayoría de
representaciones rupestres de color rojo de la zona.
En cuanto a la tipología de embarcación, ésta parece tener
vela y unos cinco remos. En cuanto a la forma, coincide casi por completo, a excepción del casco menos anguloso, con
la embarcación de menor tamaño representada en la Laja Alta, es decir, el barco que hemos identificado como número 6. En concreto, nos
referimos a la que se sitúa debajo de la embarcación 5 y que es casi imperceptible.
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Cueva de la Berrea |
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Laja Alta |
Es cuanto menos curioso que se repita ese tipo de
embarcación en dos cuevas relativamente distantes. Este hecho nos vale para
asimilar la datación de un abrigo al otro. Además, denota que quienes habitaban
en la zona del actual Alcalá divisaron barcos. Este hecho podría ser debido a
que viajaban desde la zona del Estrecho a la sierra alcalaína. Otra explicación
nos la da la evolución orográfica y litoral de la zona. La Laguna de la Janda tenía
comunicación directa con el mar formando una gran bahía, donde desembocaban los ríos como el Guadiaro y Hozgarganta, pero hace 4.000 años quedó
separada del mediterráneo, pero manteniéndose unida por el río Barbate, cuyo
último tramo era navegable.
Sea como
fuere, estos sujetos divisaron embarcaciones y las plasmaron en abrigos de la
sierra, siendo un hecho único, o casi único en el mundo, y nos ayuda a comprender un poco mejor la sociedad de hace unos miles de años.
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Barco epigrafiado en Jimena |
BIBLIOGRAFIA:
-Casado Puerto, Antonio: "La Laja Alta: Revisión y propuestas de revisión", Almoraima, Revista de estudios campogibraltareños, número 51.
-Wikipedia: Cueva de la Laja Alta
-"Los misteriosos barcos pintados en una cueva en Jimena". EuropaSur
-Manuel: "El abrigo de la Laja Alta". Prehistoria del Sur
-Arte Sureño. El arte rupestre del Estrecho de Gibraltar
-Europa Sur: "Un estudio sitúa las pinturas de los barcos de la Laja Alta en la Baja Edad Media y no en la Prehistoria".