sábado, 7 de julio de 2018

Baño La Hedionda


    

   Este artículo da comienzo con un hallazgo casual. Un buen día, observando el material a la venta en un anticuario me topé con un documento que se ofertaba como plano de un balneario del siglo XVIII en Alcalá de los Gazules.  Al observarlo con detenimiento me percaté de que no se trataba en absoluto de un balneario, sino que se describía un beaterio. Cosa distinta es que ese edificio albergara un balneario, pero desde luego, en el plano no se representaba. No obstante, me picó la curiosidad sobre la corriente de los balnearios en la zona, ya que si bien es conocida dicha tendencia en Paterna de Rivera, no tendría por qué ser menos en nuestra localidad. En primera instancia comenté a mi pareja lo curioso de que a un documento se le calificara como plano de un balneario en Alcalá, pero más me sorprendería su respuesta: -“Seguramente sea el balneario que poseyó mi tatarabuela. Tengo un documento testamentario donde se incluye en la herencia”. Aunque no se trata del mismo lugar, me constató la existencia de un balneario en Alcalá y, además, ya tenía por donde comenzar mi búsqueda.


  Antes de proseguir, nos situaremos en el contexto histórico. Las aguas sulfurosas tenían consideradas propiedades medicinales, por lo que se creaban balnearios junto a manantiales de esta tipología. Esta agua se determina por contener Sulfuro de Hidrógeno (H2S) en concentraciones superiores a 1 mg/l, es característica de los suelos fangosos: cálcica a nivel superficial y sódica en las profundidades de los depósitos. Por su gran capacidad óxido-reductora sistemática, está indicada en dolencias reumáticas, dermatológicas, ORL, y procesos respiratorios crónicos. Por la zona fueron muy  conocidos los Baños de Gigonza en el término de San José del Valle, o Fuente Santa en Paterna de Rivera. Fueron lugares concurridos y visitados tanto por el pueblo llano como por solemnes personajes. La creación de balnearios tuvo su momento álgido en el siglo XIX, momento en que se hicieron bastante populares y nuestra localidad no fue una excepción.

Baños de Gigonza
Balnearios de Paterna

Baños de Gigonza
Baños de Gigonza

Baños de Gigonza

Baños minerales
Baños de Paterna

    Pues bien, en nuestra localidad existió el Baño “La Hedionda”, denominado así a causa del mal olor que desprenden las aguas sulfurosas. El recinto se situaba en el Prado, a pie de Los Carrascales, justo donde hoy día podemos encontrar la nave de Colón. El balneario tomaba el agua del manantial sulfuroso y contaba con unas pilas donde la gente podía tomar sus baños. Las pilas se encontraban justo debajo del suelo del edificio sito frente a la Piscina Municipal, el cual muestra una imagen de Nuestra Señora de las Angustias en su fachada. En la actualidad, de aquel balneario en sí solo se conservan unos ladrillos entre cañas en el nacimiento del manantial. De hecho, el manantial ha permanecido seco hasta que en el año 2018, debido a las abundantes lluvias,  ha vuelto a brotar. No se sabe si las pilas fueron quitadas o, simplemente, fueron enterradas bajo el piso del inmueble.

Construcción actual donde se ubicaron las pilas
Cañaveral donde brota La Hedionda
Nacimiento de la Hedionda

     ¿Qué sabemos del balneario? Son pocas las personas que vieron el balneario en activo. Mi pareja solo sabía de su existencia por el testamento. Su madre solo intuía que se situó por la zona del Prado. Fue otro miembro de la familia Puelles quien me indicó el punto exacto donde se encontraba, es decir, en la nave de José Colón. Puesto que suelo acudir al lugar, hablé con el actual propietario del terreno y, aunque no había conocido el balneario, sabía de él. José adquirió la finca mediante compra-venta al apodado, por razones evidentes, "el Granadino", quien construyó en el lugar un cebadero de ganado. Por tanto, la familia Puelles se deshizo del balneario con anterioridad. José me mostró el nacimiento y me indicó el lugar exacto donde se ubicaron las pilas. Tenía conocimiento de ellas porque nuestro célebre y ya fallecido vecino Murillo le contó donde iba a tomar sus baños de aguas sulfurosas, accediendo a ellas a través de la vereda El Ejido.

El Prado desde la Coracha
Ubicación de la Hedionda desde la Coracha

    El documento testamentario que mencioné ad supra parece ser un borrador o testamento revocado, escrito en mecanografía. Según éste, la propietaria de la Hedionda era Juana Ramona Puelles Dalmau, quien quiso dar los baños a su nieta Eloísa Fabra Puelles, ya que la madre de ésta e hija de la testadora había fallecido muy joven, concretamente en 1925 a sus 33 años. Eloísa, nacida en 1921, heredó a los 9 años de edad junto a su hermano Juan, es decir, en 1930, pero al ser menor de edad, su padre, Julián Fabra Cala, fue quien se ocupó de la aceptación de la herencia. Sin embargo, Eloísa y Juan nunca llegaron a adquirir La Hedionda, por lo que es posible que en el testamento definitivo hubiera algún cambio. No obstante, Eloísa recordaba un edificio con dependencias donde había baños, tal y como me señaló José Colón.

Testamento
Testamento


     Puesto que a través de los vecinos no se puede obtener más información de primera mano, habría de acudir a la fuentes documentales. ¿Qué hay escrito sobre dicho balneario?  Supongo que en los archivos y Registro de la Propiedad habrá bastante información al respecto, como año de fundación, cierre, historial de propietarios, etc., pero no es una fuente a la que me sea fácil o económico acceder. Sin embargo, contamos con otros documentos escritos que nos pueden facilitar información interesante. Así, Madoz, en su obra “Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar”, cuando describe la calidad y circunstancias del terreno de nuestra localidad, nos dice:

“Entre las fuentes, se cuenta una mineral llamada Hedionda, cuyas aguas contienen hidrógeno sulfurado en disolución, y evaporadas, deja un residuo sulfúreo que sobrenada en la superficie y una sustancia vituminosa (bituminosa) e inflamable: sus virtudes son conocidas contra enfermedades cutáneas, principalmente las psóricas y pústulas herpéticas: el manantial es abundante, pero como está abandonado, escasea en el estío, y aun se mezcla por falta de cuidado con otras sustancias heterogéneas, que desvirtúan sus propiedades.”

     De la literalidad y datación del texto podemos deducir que a mediados del siglo XIX el manantial se encontraba en estado de abandono, aunque era patente que se conocían sus propiedades curativas.

Diccionario de Madoz

     Por otra parte, podemos extraer más información, aunque sin relevancia, sobre el manantial en el "Libro de Cañadas y Servicios de Alcalá de los Gazules", donde se describen todas las cañadas de nuestro término. Existen varios volúmenes datados en los años 1752, 1820, y 1903-1920, respectivamente. Pues bien, el documento de principios del siglo XX describe la cañada que se situaba en la actual carretera de Ubrique. El texto reza así:

“Servicio que nace en el Baño de la Hedionda y concluye en la cañada de Monsanto. 30 varas.
Servicio que sale del Mercado de la Feria=En seguida se reconoció el servicio que sale del Mercado de la Feria hasta llegar a la Cañada de Monsanto con el anchor de 30 varas y habiendo principiado en la fuente Hedionda con…”

     Del fragmento podemos extraer que ya se conocía el lugar como “baño”, puesto que ya se le daba uso como balneario al lugar. También se nos acota su ubicación, junto al antiguo mercado de la Feria, es decir, el Prado.


     El balneario también consta en el catálogo de comercios y autoridades de Alcalá de los Gazules de 1932 con alguna errata, ya que dentro de la sección de “Aguas”, en la categoría de “Manantiales” se incluye “La Hedienda Aguas Sulfurosas”. Lo realmente relevante de este documento es que atestigua que el manantial era un comercio en 1932, dos años después de la aceptación hereditaria, por lo que el negocio posiblemente continuó en manos de terceras personas u otro familiar.

Catálogo de Comercios 1932

    Sus propiedades medicinales eran bien conocidas, y de ello nos da fe el inventario de aguas minero-medicinales del Instituto Tecnológico Geominero de España.  Su inclusión denota el uso popular que tuvo el manantial. El inventario califica al manantial como un acuífero de aluvión cuaternario, es decir, que se compone de material transportado y depositado en el período geológico cuaternario, que es el último periodo de la era cenozoica, y se caracteriza por las grandes glaciaciones y la aparición del hombre. El mencionado inventario, además, se hace eco de la actual situación de la fuente, ya que refiere al manantial en desuso y destruido.

Inventario de aguas minero-medicinales

     En la obra Nuestros Pueblos, en la que se describe a todos los municipios de España, cuando nos informa sobre nuestra localidad hace la siguiente mención:

     "Por doquier brotan aguas minerales, antaño muy apreciadas por sus propiedades curativas para las afecciones cutáneas, como las de la Hedionda."

     Antes de finalizar este artículo, no quisiera dejar de mencionar que el manantial que nos ocupa no es el único con aguas sulfurosas que ha tenido usos medicinales en nuestra localidad. Un ejemplo de ello lo tenemos en el manantial sito en los alrededores de la Ermita de los Santos, descubierto en 1854, lo que provocó peregrinaciones al lugar con la finalidad de usar sus aguas medicinales. Los enfermos se hospedaban en la ermita y en el cortijo de Tablada dando lugar, probablemente, al origen del uso de las habitaciones del Santuario. Hace alusión de ello Domingo Sánchez de Arco en su Fondo Documental.

“Este manantial fue denunciado en 1854 y a el acuden gran número de enfermos, los cuales se hospedan en la ermita de Nuestra Señora de los Santos y en el cortijo de Tablada”.



Al mismo manantial cercano a la ermita hace referencia Antonio Martín en su Portafolio Fotográfico de 1915 cuando al describir la zona cita:

 “El terreno es pedregoso; se cosecha trigo, corcho y maderas. Hay importantes minas de jaspe negro y carbón; y una fuente sulfurosa”.


Con esta publicación he querido dar a conocer un poco de la historia de los balnearios de nuestra localidad y hacer que un lugar, ya perdido, como la Hedionda, no quede en el olvido.






BIBLIOGRAFÍA:

-Madoz, Pascual. "Diccionario Geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar". Madrid. 1846-1850

-"Evaluación del Estado Actual de las Aguas Minerales en la Comunidad Autónoma de Andalucía. Convenio Marco de Asistencia Técnica entre el instituto Tecnológico Geominero de España y la Consejería de Economía y Hacienda de la junta de Andalucía. Cuadros Resumen por Provincias del Inventario de Puntos de Agua Minero-medicinales y Bebida Envasada".  Instituto Tecnológico Geominero de España y Junta de Andalucía, Dirección General de Industria, Energía y Minas. 1990-1991

-"Libro de Cañadas y Servicios de Alcalá de los Gazules". Ayto.  Alcalá de los Gazules. 1903-1920


-"Comercios y Autoridades de los Ayuntamientos del Partido Judicial de Medina Sidonia. Alcalá de los Gazules". 1932

-Puelles Dalmau, Juana Ramona. "DocumentoTestamental". 

- Almagro Montes De Oca, Gabriel: “Alcalá de los Gazules en el Fondo documental Sánchez del Arco”. 2001

-Martín, Antonio. "Portfolio Fotográfico de España". Cuaderno Nº125. 1915

-Nuestros Pueblos. Andalucía II. Ediciones Rueda. 2003

jueves, 5 de julio de 2018

Antiguas Iglesias de Alcalá




     En esta entrada escribiré y os mostraré imágenes de las antiguas iglesias de Alcalá de los Gazules, algunas ya desaparecidas y otras aún existentes, mantengan su uso eclesiástico o no. No quiero centrarme tanto en sus orígenes e historia, ya que sobre ello hay varios artículos bastante interesantes escritos por estudiosos de la historia alcalaína. Véase como ejemplo el siguiente artículo publicado en el blog de Andrés Moreno Camacho: Iglesias alcalainas desaparecidas

     En nuestro municipio, ya sea en el núcleo urbano o en el ámbito rural, se erigieron las siguientes iglesias: San Ildefonso, San Vicente, Capilla de El Jautor, Santa Catalina, Ermita mozárabe de El Jautor, Santa Águeda, Ermita de Nuestra Señora de los Santos, la iglesia del Hospital de la Misericordia, Altar de la Puerta del Sol, Santa Clara, La Capilla del Cementerio de San Vicente, la ermita de San José, San Antonio, Santo Domingo, San Sebastián, La Victoria, La Vera Cruz, la iglesia del Beaterio, los Santos Nuevos, Parroquia de San Jorge, el Altar de la calle Nuestra Señora de los Santos y la ermita visigoda de La Higuera. También hay un edificio extraurbano conocido como el Convento de los Frailes y un eremitorio en la Pilita de la Reina. Incluso existió una mezquita sobre la cual se construyó la actual Parroquia de San Jorge.

Fragmento del Diccionario de Madoz.
     Pues bien, en este artículo os expondré, como ya indiqué, imágenes y curiosidades sobre algunas de estas ermitas o iglesias.

ERMITA MOZÁRABE DE EL JAUTOR

     Los restos de esta iglesia mozárabe fueron localizados en la zona del Jautor, al sur de Alcalá de los Gazules, con motivo de las obras del Tramo V de la Autovía A-381 Jerez -Los Barrios. Su singularidad radica en que se trata del primer documento arqueológico de la presencia de iglesias mozárabes en la provincia de Cádiz, como indicó la por entonces delegada de Cultura, Bibiana Aído. El hallazgo supone asimismo una muestra fehaciente de la prolongada presencia humana en la zona del Jautor desde épocas remotas, ya que en ella también se han localizado con motivo de estas obras los vestigios de un poblado de cabañas correspondiente al Bronce Final Tartésico, datado presumiblemente entre los siglos X y VIII antes de Cristo. Asimismo, bajo las estructuras de la iglesia mozárabe han aparecido restos de una villa rústica romana, mientras que sobre la cimentación de la planta del templo se han excavado unos muros emergentes levantados sobre ella y pertenecientes a una construcción almohade de los siglos XII y XIII de nuestra Era, utilizada presumiblemente como fortaleza.

Excavaciones en El Jautor

     En cuanto a los vestigios de la iglesia mozárabe, su datación se sitúa en el siglo X de nuestra Era. La primera intervención llevada a cabo tras su hallazgo permitió descubrir la totalidad de su planta, que presenta una forma rectangular alargada, con doble ábside, en la cabecera y en los pies.

     La segunda intervención ha consistido en la excavación de un sondeo en su sector norte al objeto de comprobar su estado de conservación y estructuración interna. Esta excavación parcial ha permitido constatar sus principales rasgos estructurales: sobre un zócalo de un metro y medio de mampuesto de piedra, asentado en una sólida cimentación de mortero, se levanta un alzado de tapial con algunos elementos de ladrillo, cal y yesos. La gran abundancia de clavos de hierro hallados son evidencia de una estructura de madera que soportaría la cubierta de tejas, asimismo muy presente en el derrumbe de tapial. El medio metro de derrumbes de tapial que colmata la nave de la iglesia presenta en su base un claro nivel de arruinamiento, suelo humificado enterrado por el colapso masivo de tapial de los muros de la iglesia.



     Los arqueólogos afirman que "este nivel de arruinamiento hace considerar que la iglesia ya no estaba en uso sino en estado arqueológico cuando se construye la posterior fortaleza almohade. La secuencia estratigráfica muestra con claridad que el suelo de la iglesia no está especialmente elaborado, y a excepción de un espacio muy reducido con disposición horizontal de ladrillos , el suelo de la nave es de tierra apisonada y arcillosa, techo de los derrumbes del tapial romano subyacente".



     Mención especial merece el ábside del altar, cuyo suelo aparece elaborado con una delgada capa del mismo hormigón en el que se elabora la cimentación del edificio. El altar ocupa la mitad occidental del ábside, en una situación que se oculta al espacio de la nave de la iglesia. El altar es una plataforma masiva de piedras y hormigón cuya mesa está escalonada hacia el frente, escalones construidos en ladrillos unidos y recubiertos con yeso. Aprovechando de cimentación los gruesos muros de sillares de la iglesia mozárabe se erige una construcción con unos muros levantados a base de la superposición de capas de tapial de ochenta centímetros y del tipo tabiya, constituida por arcilla y guijarros de piedra, fragmentos de cerámica triturada y cal. Estos muros presentan actualmente retazos emergentes que alcanzan una altura de alrededor de dos metros. Las medidas de las capas de tapial o tongadas y la separación de los mechinales (agujeros cuadrados), que se rematan arriba con pequeñas lajas de piedra, responden a un esquema constructivo propiamente hispano-musulmán. El reconocimiento de estos muros emergentes de la superficie del terreno ha permitido recuperar la planta de esta construcción afectada potencialmente por las obras. Se ha podido descubrir una cerca que encierra un espacio rectangular, que hacia el Noreste y hacia las obras de la Autovía presenta dos salas rectangulares, la más externa sobresaliendo al frente a la interna, a modo de baluarte.

     El sondeo realizado muestra que el depósito de materiales asociado a esta construcción presenta un primer nivel de derrumbes masivo de bloques de tapial en una matriz de las finas arcillas resultantes del lavado de éstos, al que sigue subyacente un nivel de alta concentración de ladrillos macizos rectangulares y tejas árabes. Son pruebas de que los muros de tapial se rematarían con un cuerpo superior de ladrillos, sobre los que descansaría el entramado orgánico para la disposición del tejado.


     Afirman los arqueólogos que "no sólo todo este conjunto de materiales del inmueble responde a la cultura hispano-musulmana, sino que algunos de ellos parecen indicar con claridad que estamos ante una construcción almohade de los siglos XII y XIII de nuestra era. Tanto el sistema constructivo a partir de encofrados de tapial como la utilización de la tabiya viene apareciendo desde época almorávide y se generaliza en la almohade. El uso del ladrillo para el remate superior de los muros de tapial responde en Andalucía a construcciones almohades, como es el cercano caso de la cerca de Jerez".



     Muchos de los operarios que trabajaron durante la excavación son buenos amigos y me comentan que encontraron monedas, cerámicas y medallas religiosas. Puesto que no las he visto, no puedo identificar el tipo de monetario ni la tipología de medalla, pero, en el último caso, me atrevería a aventurarme que se tratan de medallas relacionadas con el cristianismo. En cuanto a las cerámicas, por la descripción dada como “grandes tinajas” me determino por que fueran ánforas.


IGLESIA DE SAN ILDEFONSO

     Esta ermita fue denominada así en honor a Alfonso X “El Sabio” quien tomó definitivamente el enclave de Alcalá durante la Reconquista en 1264. Se tiene constancia de su existencia en documentos de 1787. Supuestamente se situaría en las proximidades del castillo, por la parte de la calle Miguel Tizón. Los historiadores locales se han centrado en unos contrafuertes rematados artísticamente situados en la cerca del Beaterio,  sobre la calle antes mencionada. Por lo que pudiera ser que el edificio se localizase justo en esa zona. 

Contrafuerte
Contrafuertes

    




     Podría coadyuvar a esa teoría unos hallazgos acontecidos a escasos metros de esos contrafuertes. El primero de ellos durante las obras de unas viviendas en Atahona Alta, donde en la parte trasera se hallaron unas tumbas que podrían haber pertenecido al cementerio de la ermita. El segundo de los hallazgos se produjo durante unas obras en la calle Miguel Tizón, donde aparecieron diversos objetos y que, según los operarios (con escasos conocimientos arqueológicos, claro está), formaban parte de una antigua iglesia o templo. ¿Por qué pensaron eso? La respuesta es sencilla, los objetos encontrados eran pilastras y columnas, lo que no se suele relacionar con una vivienda, sino con un templo, si bien podría ser cualquier otra construcción pudiente. Desgraciadamente no hubo excavación arqueológica y esos objetos se encuentran en paradero desconocido o enterrados debido al tamaño de los mismos. Sin embargo, pude acceder a imágenes de algunos de ellos tomadas de entre los escombros. Más concretamente, imágenes de lo que parece ser una basa de columna y una pila con epigrafía.



Basa de columna
     La pila, según me refieren, era de grandes dimensiones, difícil de transportar y, según los obreros, con inscripciones "moras". Sin embargo, al ver la imagen, aunque no supe determinar el texto, estaba seguro de que no se trataba de una epigrafía árabe. La inscripción, cuyo alfabeto no era capaz de identificar, me  picó la curiosidad, así pues, le mostré la imagen a un amigo historiador, Pedro T., que se ocupa de trabajos arqueológicos. Él pensaba que era latín vulgar, pero como lo desconocía, envió la imagen a un compañero arqueólogo, quien pensaba que era un lenguaje íbero, fenicio o tartésico. Éste, a su vez, remitió la imagen a un contacto en el CSIC, con mayor conocimiento en el tema, quien pensó que se trataba de un alfabeto gótico, posiblemente cursivo. Pues bien, para intentar descifrar el texto contacté con Juan José Marcos García, reputado paleógrafo, experto en letras góticas, quien muy amablemente se ofreció a intentar descifrarlo. Su respuesta fue clara, no se trataba de un alfabeto gótico, ya que de ser así él hubiera podido leerlo sin dificultad. Su impresión es que se trataba de algún tipo de lenguaje hebreo o arameo, sin estar seguro de ello porque no era su campo de acción, y me recomendó que contactase con epígrafos, quienes podrían ayudarme con más solvencia. En aquel tiempo hice de guía para un arqueólogo, Agustín, a quien le mostré la imagen. Él, reconociéndome que no era ducho en esa especialidad, me refirió que le parecía alfabeto latino, pero que no sabía determinar qué ponía. A la postre me daría cuenta de que tenía razón. Siguiendo el consejo del Sr. Marcos, contacté con unos epígrafos quienes me fueron aclarando la duda. El primero de ellos me dijo que se trataba de latín vulgar, y que en la inscripción parecía leerse, con faltas de ortografía “Areo Sancta Sole Anno 1?73”, es decir, muy mal escrito sintáctica y ortográficamente, el Arco del Santo Sol, Año 1?73. No obstante, me pareció que podría tener sentido puesto que a unas decenas de metros se encuentra el arco llamado Puerta del Sol, por los que alguien pudo transportar la pila a aquel lugar tan próximo, sin embargo, seguí indagando. Un segundo epígrafo, colaborador en Terra Antiqvae, me contestó diciendo que se trataba de castellano y que el texto decía “De Costilla ¿Díaz? Año 1?73”, con alguna duda sobre el segundo apellido y la fecha concreta. Su respuesta me sorprendió, y no solo por la diferencia en cuanto a lo que había leído el anterior colega, sino que fue debido a que al observar con detenimiento la imagen sí que parecía leerse dicho texto. Finalmente, un tercer epígrafo, el cual me escribió a través de un compañero, José Pablo, me aseguró que el texto es castellano y puede leerse “De Costilla Soi Año 1773”. Además, me aclaró que el texto era una firma de quien hizo la pila y que era hijo de alguien apellidado Costilla. Con esa información indagué un poco sobre el apellido Costilla en la época referida en la pila, y surgieron varios personajes, de los cuales varios podrían ser compatibles por fecha y funciones. Así, entre ellos había un encargado de los actos litúrgicos en nuestro municipio, como las venidas de la Virgen en el siglo XVII, o un regidor y un Alguacil Mayor. Curiosamente, todos ellos se llamaban Pedro Costilla y tenían estrecha relación con el Ayuntamiento del municipio en la actual Casa del Cabildo, por lo que podrían tratarse de varias generaciones de una misma familia  e, incluso, ser la misma persona en algún caso. No obstante, solo son conjeturas y no se puede asegurar nada al respecto, al igual que es posible que la pila no tenga relación con la iglesia cercana que hubo en el lugar, no obstante, me pareció muy curiosa.

Pila tallada
Digitalización realizada por uno de los profesionales

IGLESIA DE SANTO DOMINGO

Esta iglesia formó parte del antiguo Convento de las Sagradas Llagas y Santo Domingo, que al parecer fue eregido en el siglo XV, aunque fundado por los dominicos en el siglo siguiente. Éste abarcaba, según investigaciones de estudiosos de la historia alcalaína, lo que hoy es la Iglesia de Santo Domingo; la Plaza de Abastos, donde se ubicaba el compás; la calle Marqués de Tarifa; la Plaza Santo Domingo; Plaza de Toros y parte del Paseo la Playa; Calle Sánchez Flores; Patio de las Campanas, que se denomina así precisamente por su antigua función en el convento; y Calle Real hasta la farmacia. Este convento perteneció a la congregación de los dominicos hasta 1835 en que se produjo la desamortización de Mendizábal. La iglesia tuvo diversas funciones a posteriori, un ejemplo de ello fue su uso como silo para grano. Estuvo casi en ruinas, llena de escombros, hasta que finalmente fue restaurada, teniendo, actualmente, uso como Centro Cultural.

Santo Domingo
Portada gótica
Campanil
Pila Bautismal
Pila Bautismal abandonada en los escombros
Parte del Convento Santo Domingo, foto 1930


IGLESIA DE SAN VICENTE

     Parece ser que esta iglesia fue construida en torno al siglo VIII aún en contexto de dominación visigoda. En ella se veló al rey Alfonso XI el Justiciero en el siglo XIV. El edificio se situaba a la izquierda de la bajada al cementerio, de ahí que la calle tome su nombre. El acceso a la iglesia se encontraba junto al cementerio, ya que la calle San Vicente no existía porque formaba parte de los terrenos. La calle se construyó gracias a un acuerdo entre el propietario del terreno donde por entonces se ubicaban las ruinas de la iglesia y el Ayuntamiento. Según este acuerdo, se permitiría la construcción de la calle a cambio de facilitar al propietario el acceso a servicios, como agua. En la actual parcela, a parte de las ruinas de la iglesia, se puede apreciar el camino de acceso a la misma y una especie de túnel, hoy tapiado, que llega hasta la altura del centro mismo de la calle. Desconozco la función que tendría o si continúa tras la pared.

San Vicente
San Vicente
San Vicente

San Vicente




BASÍLICA VISIGODA DE LOS SANTOS NUEVOS

     Uno de los hallazgos más sonados en nuestra localidad fue la Ermita de los Santos Nuevos, de origen visigótico. Sobre el cerro del Caracol donde ésta se encontraba también se situaba la necrópolis medieval con diversas sepulturas en las que se hallaron restos óseos y un amplio ajuar, además de un ara funeraria con epigrafía en buen estado de conservación. Todos estos objetos se encuentran hoy en la Parroquia San Jorge. El ara, inscrita en latín en el año 662 d.C. por el obispo asidonense Pimenius, nos dice lo siguiente:

EN EL NOMBRE DEL SEÑOR AQUÍ 
ESTÁN DEPOSITADAS LAS RELIQUIAS 
DE LOS SANTOS SERVANDO GERMAN 

SATURNINO JUSTA RUFINA 

MARTIRES Y JUAN BAUTISTA 

EN EL DIA NOVENO 

DE LAS CALENDAS DE JUNIO 

DEL AÑO XXXIII DEL SEÑOR 

PIMENIO COMO PONTIFICE 

EN EL AÑO DCC DE LA ERA
 

     En cuanto a las sepulturas, para los excavadores quedaba demostrado que en ellas se encontraban los Santos Mártires. En la primera tumba estaban los huesos de San Servando y San Germán, en la segunda los de Santa Justa y Rufina y en la tercera los de San Saturnino, por parecer demasiado arriesgado pensar que hubiera llegado aquí el cadáver completo de San Juan Bautista. Sobre este tema hay bastante material escrito y os animo encarecidamente a que lo conozcáis más en profundidad porque resulta muy interesante, aunque el tema se nos escapa de la finalidad de esta entrada. Actualmente en la zona no quedan más que varias piedras en medio de un sembrado.

Planta de Los Santos Nuevos
Inscripción

 ERMITA VISIGODA DE LA HIGUERA

     A corta distancia de la anterior basílica existió otra ermita visigoda, cerca del actual Cortijo de la Higuera. En ella se encontró otra inscripción en latín del mismo obispo asidonense antes mencionado, dedicada a los mártires que rezaba así: "Reliquias de los Santos Juan el Bautista, Eulalia, Justa, Rufina y Félix mártires. Dedicada esta iglesia por el obispo Pimenio en el día octavo de las Kalendas de Junio, era 695".
      De esa iglesia solo se conservan pequeños restos de muros, aunque se puede observar aún la planta en forma de cruz. Estuve en el lugar haciendo de guía a un arqueólogo para confeccionar el PGOU Patrimonial de Alcalá de los Gazules,  y me sorprendió el hecho de que en el lugar había fragmentos en superficie de cerámica turdetana, además de otras épocas, incluso modernas, por lo que es posible que el lugar haya tenido otros usos anteriores.

Muros de la ermita de la Higuera
Ruinas





 
ERMITA DE SAN SEBASTIÁN 

     Esta ermita se situó en la zona de la calle de los Pozos, en el barrio de San Sebastián. De la construcción no queda absolutamente nada, tal y como acontece con la mayoría de iglesias urbanas en desuso, sin embargo, debido a que mantengo relación con algunos de los vecinos del lugar, he podido acceder a las partes interiores y azoteas de algunas de las viviendas y, puede ser coincidencia, pero si se sigue la línea usada por los muros de las casas más antiguas descartando los anexos posteriores de ladrillo, parece vislumbrarse la planta en forma de cruz con la misma orientación que la Iglesia de la Victoria, pero me reitero, puede ser una mera coincidencia.

Vista aérea
San Sebastián
San Sebastián

San Sebastián

 


ALTAR DE LA PUERTA DEL SOL 

     Este altar se erigió sobre 1790 por voluntad del Escribano Mayor del Cabildo de Alcalá de los Gazules, Francisco Fernández Diosdado. El Sr. Fernández se vio sorprendido por un fuerte golpe de levante al pasar por el arco que lo arrastró y golpeó por el suelo. A pesar de lo aparatoso del accidente, el Sr. Fernández salió completamente ileso. Él pensó que fue debido a la obra de la Virgen de los Santos y decidió levantar, en dicho arco, una tribuna con un altar donde había un cuadro con la imagen de la Virgen de los Santos y las palabras Sanctus, Sanctus, Sanctus bajo la barandilla. El altar finalmente fue retirado, según parece, por incivismo, ya que se encontraba en muy mal estado y repleto de botellas y porquería.

Altar Puerta del Sol
Altar Puerta del Sol de fondo
(Imagen de Historia de Alcalá en Imágenes)

 ERMITA DE SAN ANTONIO 

     Esta ermita se situó en el actual barrio homónimo. En su origen se denominó de Nuestra Señora de la Consolación y en ella se instalaron “los Mínimos” en el siglo XVI, antes de asentarse en el Convento de San Francisco de Paula, actual Iglesia de la Victoria, por lo que también se la conoció como la Victoria Vieja. Mantuvo varios usos, uno de ellos como cementerio, de hecho, la zona de San Antonio hasta el molino fue usada como campo santo durante la epidemia que azotó nuestra localidad, albergando enterramientos de personajes ilustres incluso. De la ermita no queda absolutamente nada. Durante las obras de varias construcciones en la calle San Antonio apareció un cementerio, probablemente al que nos estamos refiriendo, pero como muchas otras veces, “tierra encima y que siga la obra”. 
San Antonio

     Para finalizar este post, quisiera indicar que si queréis obtener información sobre el conocido como Convento de los Frailes y el eremitorio de la Pilita de la Reina podéis encontrar publicaciones al respecto en mi bloc.

Convento de los Frailes
Convento de los Frailes
Eremitorio Pilita de la Reina
Eremitorio Pilita de la Reina

Hay y hubo muchas otras iglesias o capillas en nuestra localidad, pero quería haceros unas breves reseñas sobre algunas de ellas.

Ermita Ntra. Sra. de los Santos
Iglesia de la Victoria

Parroquia San Jorge

Capilla El Jautor

Lugar donde estaría la Iglesia Santa Águeda
Convento (donde estaría Santa Clara)









Cementerio de San Vicente

Beaterio



Plaza San Jorge (donde estaría Iglesia del Hospital Misericordia)
Zona donde estaría Iglesia San José
Nuestra Señora de los Santos
Edificio de la Soledad (antigua Iglesia)




BIBLIOGRAFÍA:

-Guerra Martínez, Jaime. “Iglesias alcalaínas desaparecidas”. Apuntes Históricos y de Nuestro Patrimonio. Alcalá de los Gazules. 2001.

-Tenorio, Eva: “Hallada la Primera Iglesia Mozárabe en la Provincia de Cádiz”. Diario de Cádiz. 2004. [ver aquí]

-Madoz, Pascual. "Diccionario Geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar". Madrid. 1846-1850 

-R.A.H.: Informe Hallazgo Cerro del Caracol. "Historia y Arqueología de las Civilizaciones".  [ver aquí]

-Romero de Torres, E.: "Epigrafía Romana y Visigótica de Alcalá de los Gazules". Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Alicante. 2007 

-Corzo Sánchez, R.: "La Basílica Visigoda de Alcalá de los Gazules". Museo de Cádiz.

-Cordero, A., Almagro Montes de Oca, G., Guerra Martínez, J.: "Alcala de los Gazules. Un siglo en imágenes". 2001

-http://mialcala.blogspot.com/2007/03/iglesias-alcalanas-desaparecidas.html

El Tercer Puente del río Barbate

           Alcalá de los Gazules es un municipio rodeado de numerosos ríos y arroyos, por lo que desde tiempos inmemoriales ha sido necesari...