martes, 18 de marzo de 2025

La Batalla de Pagana

    


   Grandes batallas se lidiaron en nuestras tierras, lo cual no es de extrañar por la importancia de la plaza alcalaína y la situación como villa de frontera en la que permaneció durante un largo periodo de tiempo. Una de esas contiendas memorables fue la Batalla de Pagana, la cual dejó su rastro a lo largo de los siglos en forma de leyendas, pero también topónimos.


    Durante los años 1333 y 1334, Abu Malik había liderado a las fuerzas meriníes y granadinas para arrebatar Gibraltar del control castellano. El 26 de febrero de 1334 se firmó en Fez un tratado de paz que obligaba a las fuerzas musulmanas a abstenerse de acciones ofensivas. En los años intermedios, Abu Hasan fue capaz de reprimir una rebelión en Tlemcen. Con la expiración del tratado de paz, Abu Hasan renovó su ambición de expandir sus posesiones en Andalucía, y en 1338, Abu Malik, hijo del rey musulmán, había comenzado a escaramuzar a lo largo de un frente en Arcos de la Frontera, Jerez de la Frontera y Medina Sidonia. Para mejor comprensión lectora, la zona del campo de Gibraltar estaba bajo dominio musulmán, mientras que la zona de la campiña jerezana estaba bajo el dominio cristiano, por lo que Alcalá estaba en una zona fronteriza.

    Eran habituales las incursiones musulmanas para abastecerse, y en 1339 en una de éstas incursiones a la zona jerezana, las tropas de Abu Malik fueron localizadas por las tropas en Alcalá. Éstas, solicitando refuerzos a Medina Sidonia, acamparon en un olivar a la espera de órdenes de comenzar el ataque. Cuenta la leyenda que en un olivo vieron colgada una imagen religiosa, concretamente la representación de Sanctus Sanctus Sanctus, por lo que tras vencer en la batalla consideraron que fue una premonición, y en agradecimiento levantaron una cruz y un altar en el lugar. Ese lugar se convertiría más tarde en el Santuario de Nuestra Señora de los Santos. Por tanto, nuestro santuario no es sino un reconocimiento a la ayuda divina en aquella batalla.

Santuario Nuestra Señora de los Santos

Santuario Nuestra Señora de los Santos

    Las tropas se dirigieron en busca del campamento de Abu Malik, éstos se encontraban en las vegas de Pagana, topónimo dado debido a este hecho.

Pagana en la actualidad

Antiguo Cortijo de Pagana

    Desde el monte Larios se dio la señal de ataque, y es por ello que ese monte se conocería como Monte Alarido (Alarío), término que fue evolucionando hasta llegar a Larios. De hecho, en los mapas modernos la parte final del monte sigue constando así, Alarido.


Cima del Monte Larios

    Por otra parte, en referencia a este topónimo, en el libro de Juan Antonio Valverde titulado “Anotaciones al Libro de la Montería del Rey Alfonso XI” da otra versión al origen del topónimo. Según Valverde, un campesino le informó de que se llamaba Alarido debido a que desde allí se escuchaban los alaridos de los moros al ser atacados. Literalmente lo expresa de esta manera: “De esa sierra se desprende una estribación que avanza entre los dos arroyos hacia el S. formando primero un cerro alto, y luego una loma baja y alargada que termina en la vega de Pagana. Esta loma se llama ahora de Lario, pero «se llamaba antes del Alarío, por los alarídos que daban los moros», según informe oral de un campesino”.


    Sea como fuere, allí dio comienzo la batalla, y es por ello que en aquel lugar se conoce como La Pelea, donde podemos encontrar además la cañada de La Pelea y el arroyo de La Pelea. Así nos lo indica Valverde cuando transcribe: “El terreno de batalla se extiende entre dos arroyos: el llamado de la Pelea, a occidente y más cerca de Alcalá, afluente del Barbate, y el Rocinejo (donde está Alpetrite, ahora Patrite) que desemboca también por la izquierda en el Barbate formando en la confluencia la vega de Pagana, situada ya en terreno del río de Alberite. Uno y otro arroyo nacen en una alineación montañosa al otro lado de la cual se encuentra el valle del Guadarranque, que podía considerarse por entonces tierra mora dada su proximidad a Jimena de la Frontera”.


    A través de las crónicas de la época sabemos que el ataque al campamento musulmán en Pagana se llevó cabo al amanecer.“«Dejavan los peones, de zaga contra la sierra», donde podría resistir el ataque de la caballería: «E las gentes de pie subieronse a la sierra e desque vieron el real de los moros comenzaron a dar voces llamando "¡Santiago!"». Abomelique, muy ocupado en su tienda con una moza capturada en La Ina, no se preparó...Una parte de su ejército, dirigida por Alicazar, entabló pelea con la caballería castellana en el río, crecido por el temporal de lluvias. Dominados aquellos pocos jinetes, los cristianos entraron a rebato en el campamento dominado por el pánico y en el que el infante no logró reunir a sus soldados, ya en franca huida. El mismo luchó hasta resultar tan gravemente herido que tuvo que apearse del caballo y esconderse en un zarzal, a la orilla de un río, donde fingiéndose muerto fue otra vez herido de una lanzada por un cristiano que le sintió resollar. Desangrándose y con «la quexa de la muerte» se arrastró hasta el arroyo, y fue a morir con la cabeza en el agua”.

La Pelea

    Del texto deducimos que Abu Malik se vio sorprendido, no se percató del ataque al estar ocupado con una moza que había secuestrado en La Ina, y por estar bajo la tranquilidad de estar cerca de zona musulmana, por lo que no pudo reunir y preparar sus tropas y solo pudo huir, mientras parte de su ejército luchaba. La huída se llevó a cabo por la Loma del Judío, topónimo que es evolución de Loma del Huído, pero nuestra forma de pronunciar la “h” provocó su deformación. “La loma larga que llega hasta Pagana, según el mismo informante, se llama «la de la Juía, porque por ella arriba juían los moros cuando la batalla», y el nombre se mantiene en una cañada que bordea la loma. Todo el terreno entre el arroyo y el cerro Lario recibe el nombre de La Pelea”. Además, no solo tenemos la mencionada Loma en alusión a ese hecho, sino que podemos encontrar una cañada homónima y el cerro del Moro.


Loma del Judío

    En el blog de Salus, sitio donde se publican artículos históricos sobre Benalup y alrededores, se menciona muy detalladamente todo este tema, y añade otro topónimo con relación a esta batalla: La Mata del Tuerto. Según indica, Abu Malik era tuerto y tenía ese apodo, por lo que ese topónimo, entre Alberite y el cerro del Moro en la Dehesa de las Yeguas, podría hacer alusión a él. Es totalmente plausible, sin embargo, en aquel lugar, hace varias décadas en una choza, actualmente en ruinas sobre una colina, vivía un señor que era tuerto. Quizás solo sea una coincidencia, porque en mapas antiguos como el de Planimetría de 1870-1950 aquel lugar ya aparece como Mata del Tuerto. Así que no lo puedo asegurar.


Mata del Tuerto

    La batalla tuvo gran importancia, a pesar de las numerosas bajas cristianas, y no solo por dar muerte al príncipe musulmán. Esta batalla supuso la antesala a la batalla del Salado en 1340, donde las tropas cristianas de Alfonso XI derrotaron definitivamente a las musulmanas expulsándolos de esta zona fronteriza.

    Por todo lo expuesto, soy un gran amante de la toponimia y, sobre todo, la microtoponimia, es decir, esos topónimos más concretos que ya solo los lugareños conocen debido al desuso del campo como hábitat, y que no aparecen en los mapas. Estos topónimos nos dan información sobre cada lugar y no deberían perderse. En próximas publicaciones trataremos sobre la evolución que han sufrido otros topónimos del Alcalá. 


BIBLIOGRAFÍA:

-"Anotaciones al Libro de la Montería del Rey Alfonso XI". Valverde, J.A.

-"Libro de la Montería del Rey D. Alfonso XI". Gutiérrez de la Vega, J.

-Battle of Vega de Pagana - Wikipedia 

-"La Batalla de Pagana". El blog de Salus. Gutiérrez Baena, Salustiano

    


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