jueves, 18 de enero de 2018

La Muralla de la Antigua Villa de Alcalá

Vista de Alcalá desde San Antonio

     Los más observadores y curiosos habrán reparado en que al acceder a nuestro pueblo por la carretera A-375 desde el Oeste, es decir, entrando por la zona de San Antonio, se pueden vislumbrar en la lejanía dos torres que se alzan no muy distantes entre ellas. Muchos os habréis preguntado: "¿Qué son? ¿y cómo se llega hasta ellas?," ya que el buen conocedor del callejero alcalaino se habrá percatado de que no las puede encontrar por mucho que se busque.

    Como paso previo a la respuesta a la primera pregunta debo recordar que es de conocimiento popular que Alcalá estuvo cercada por una muralla defensiva y ésta tuvo que ser reforzada tras la conquista  cristiana. Pues bien, ambas construcciones son torres albarranas y formaban parte de la antigua muralla de la villa de Alcalá de los Gazules. Para mejor compresión debo explicar que una torre albarrana es aquella que se construye de forma adelantada con respecto a la línea de murallas de la fortificación y unida a ésta por un paso inaccesible al enemigo o por un sistema fácilmente destruible para dejarla aislada como baluarte defensivo. La villa se emplazaba en la cima del Cerro de la Coracha, donde se encontraba el castillo y en torno al mismo se recogía la población y era la muralla quien la protegía porque hay que recordar que la posición de nuestra localidad era muy avanzada con respecto a la línea de reconquista por lo que era víctima de continuas arremetidas por parte de las tropas musulmanas.



   
     Con respecto a la segunda de las cuestiones que planteábamos, es decir, como acceder a ellas, hay que señalar que ambas torres se encuentran en sendos patios privados. Debido al sistema estructural urbanístico usado tras la falta de necesidad de la protección de las murallas y la consiguiente expansión a zonas bajas de la localidad, las torres han quedado ocultas a la vía pública por lo que no se puede llegar a ellas sino a través de viviendas privadas haciéndose necesario acceder a sus respectivos patios traseros, de lo contrario no se podría llegar a la base de las construcciones. Eso sin contar con que otras caras de las torres se encuentran adosadas a viviendas particulares, por lo que su visita turística es imposible. Por suerte, los propietarios y usuarios de esos patios son, en un caso, amigos y familiares (además de una amable señora) en el otro, y son ellos quienes se están ocupando de su mantenimiento como buenamente pueden.

   
 En la actualidad las torres presentan un estado de conservación aceptable manteniendo sus piedras y almenas originales. No obstante, como es obvio éstas languidecen y se van deteriorando con las inclemencias del tiempo. Los vecinos la intentan sustentar con los medios de que disponen, ya sea reforzando las piedras con cemento a modo de protección y evitar que "el barro" que se usó de fijación se degrade hasta el punto de provocar la caída de la piedra. Por otra parte, una de ellas se estaba desquebrajando por la acción de las raíces de los árboles que nacen junto a ella, ya que se encuentra construida en el borde de un barranco pedregoso y hubo que eliminar la vegetación. Respecto a la otra de las torres, se encuentra casi cubierta por una planta trepadora lo que hace que en estos momentos apenas se pueda reconocer desde la lejanía. Éstas torres son un recuerdo que nos queda de lo que fue nuestra localidad amurallada y deberíamos cuidarlos, no obstante, no son los únicos restos de la muralla que nos quedan.

Imagen cedida por Claire Lloyd


     
La muralla es aún visible en muchos tramos. Por todos es conocida, por ejemplo, la Antigua Puerta de la Villa, que se sitúa en la confluencia de la calle Alonso el Sabio y por la parte exterior con las calles San Juan de Ribera e Ildefonso Romero. Se trataba de una de las vías de acceso a la villa. La única parte original que conserva es el escudo que se encuentra en la parte superior y la planta de su acceso.
     
     Otra vía de acceso a la villa a través de las murallas es lo que actualmente conocemos como la Puerta del Sol, en forma de arco de medio punto situado en la confluencia de las calles Miguel Tizón y San Francisco dando acceso a la Plaza San Jorge (Plaza Alta).

    Además se pueden apreciar muchos tramos de la muralla por lo que fue todo el contorno de la villa ensalzados con viviendas, terrazas, patios, etcétera. Hay tramos perfectamente visibles en el San José. También podemos encontrar tramos en el Beaterio o en la calle Sánchez Aguayo.

     Finalmente, solo añadir que esta fortificación fue declarada Bien de Interés Cultural en calidad de monumento, y pertenece al sitio arqueológico de Alcalá de los Gazules como vestigio.

     Aquí os muestro algunas imágenes de los pequeños tramos que aún se conservan.


San José
Tramo de Muralla
Almena
Tramo de Muralla
Tramo de Muralla
Torre Albarrana

Torre Albarrana

Torre Albarrana

Torre Albarrana

Tramo de Muralla

Tramo de Muralla
BIBLIOGRAFÍA:

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