sábado, 11 de agosto de 2018

Los Antiguos Ventorrillos

 

     ¿Qué es un ventorrillo? La pregunta puede parecer de fácil respuesta, no obstante, hay que aclarar algunos matices. Según la Real Academia Española es un “bodegón o casa de comidas en las afueras de una población”. Pero además tiene otra acepción: "ventorro", por lo que también sería una venta de hospedaje pequeña o mala. Si tomamos como referencia la Wikipedia, un ventorrillo sería un complejo arquitectónico situado originalmente en caminos o despoblados, y luego en carreteras y zonas de servicio de autovías. En conclusión, un ventorrillo no era más que un lugar en los caminos donde podías comer y beber durante las travesías, e incluso obtener hospedaje.

     Hoy en día son pocos los ventorrillos que se conservan, y los que lo hacen son simples tabernas o se han ido adaptando a los nuevos tiempos convirtiéndose en concurridas ventas de carretera o rurales, ejemplos de ello serían la Venta Patriste, el Puerto de la Parada o el Ventorrillo el Camino. Ya no es posible ir a través del monte y pedirse un chato de vino o una gaseosa con una tapa de chorizo.

Puerto de la Parada
Ventorrillo El Camino

Venta Patrite

     Antaño, cuando la economía era eminentemente rural, había ventorrillos en lugares que hoy en día serían totalmente inviables desde el punto de vista comercial. La gran afluencia de personas por veredas y cañadas provocaba que se crearan estos comercios en zonas remotas actualmente. El prototipo de tabernero en estos ventorrillos era el señor, señora o hijos de éstos, que trabajaban o vivían de tierras cercanas y que aprovechaban su situación con respecto a los caminos para ganar un poco de dinero. Solían ser por tanto “gente de angarrillas”, que se situaban en los cruces de caminos o pasos obligados sirviendo a los viajeros y trabajadores del lugar. Un viajero a pie o a caballo, quien transportaba una carga en carreta o quien trabajaba en el monte como carbonero, arriero, cabrero o cualquier ardua ocupación, precisaba de sus servicios. Era habitual que se situaran donde había una fuente cercana, un puerto, la confluencia entre dos valles, etcétera. En la mayoría de casos, no eran más que unas simples chozas donde podías comer, tomar un refrigerio u hospedarte.

     Muchos de estos ventorrillos tenían estrecha relación con el contrabando, así es habitual encontrar refugios de contrabandistas en lugares casi inaccesibles pero, a la par, cercanos a ventorrillos. En mis numerosas salidas al monte he podido observar que hay cuevas repletas de canecos, usados para transportar bebidas alcohólicas, próximas a donde hubo un ventorrillo, o simplemente se  encuentran restos de estos envases en lugares aledaños. Quizás la relación de proximidad fuera debido a que los ventorrillos se proveían de alcohol, tabaco y otros productos procedentes del contrabando de Gibraltar. Otra posibilidad es que los contrabandistas prefirieran refugiarse cerca de un ventorrillo donde poder obtener lo que necesitaran. Aunque es posible que la relación fuera quid pro quo, es decir, que se dieran ambos casos.

Caneco
Caneco

     Pues bien, una vez situados en contexto, en el extenso término de Alcalá de los Gazules se podían encontrar numerosos de estos ventorrillos que han ido desapareciendo con la aparición del motor de combustión, las carreteras asfaltadas y el abandono progresivo del campo. Algunos de ellos se mantuvieron hasta tiempos recientes, otros son conocidos por los más ancianos, pero algunos de ellos desaparecieron hace tanto tiempo que nadie en vida lo ha conocido en funcionamiento.

     Un ejemplo de este tipo de comercios fue un antiguo ventorrillo situado en Patriste. El Ventorrillo "del de la papa", ya que quien servía parece ser que tenía un bulto, estuvo en funcionamiento hasta tiempos relativamente recientes, y cuando digo "relativamente" me refiero al siglo pasado. Sin embargo, sus orígenes se remontan mucho más allá. No se sabe cuando se construyó, pero hay datos de su existencia en época de Felipe IV, es decir, el siglo XVII. La zona era bastante concurrida, ya que eran numerosos los molinos de agua que había en la zona, por lo que el movimiento comercial era abundante. Este ventorrillo también fue usado por los usuarios de la vereda de Jimena, la hoy llamada ruta de los Quintos, ya que los jóvenes que debían alistarse en el ejército llegaban desde Jimena a Patriste para continuar su viaje a Cádiz. Hasta hace unos años este ventorrillo mantuvo sus muros, pero sus piedras han ido siendo llevadas para su posterior venta en el ámbito de la construcción. Aún así, se puede observar que contaba con dos dependencias con un patio entre ellas. Si se aparta un poco la tierra del suelo se aprecia que aún conserva un patio enlosado con piedras en buen estado.

Antiguo ventorrillo de Patriste

Restos de caneco
Restos de caneco

     Este no es el único ventorrillo en el camino de Patriste a Jimena, ya que en la Pasada de Cantos, justo donde acaba la ruta de los molinos se encuentran las ruinas de un antiguo ventorrillo. Conserva un horno de pan en bastante buen estado.


Ventorrillo Pasada de Cantos


     Una curiosidad añadida a este lugar es que en el mismo se hallaron restos romanos, por lo que es posible que la quinta ya tuviera usos en tiempos muy anteriores. Era habitual en época romana encontrar quintas, postas y mansios en los caminos. Ejemplos de ello los tenemos en la Cañada de Piedra Hincada o El Jautor.

Yacimiento El Jautor
Yacimiento Piedra Hincada

     Uno de los caminos más concurridos en tiempos pasados fue el carril de la Peguera, por ello no es extraño encontrarnos por el mismo con el Ventorrillo del Duque, también llamado posteriormente ventorrillo Carrasco. Este lugar se encuentra junto a la cañada en su paso por la linde que separa las fincas de El Jautor y El Peso. Del edificio solo se conservan las ruinas, pero puede apreciarse perfectamente lo que fue el recinto. El ventorrillo era de muy pequeñas dimensiones, como la mayoría de estos establecimientos. En la zona también se ubicó el ventorrillo Jerónimo, de camino al Puerto de la Suela 

Ventorrillo del Duque
Ventorrillo del Duque

     Al igual que acontece con el anterior ventorrillo mencionado, en los alrededores del Duque podemos encontrar cuevas y abrigos totalmente adaptados para la supervivencia donde se pueden ver restos de canecos. En la finca El Peso se ubica un abrigo con suelo perfectamente enlosado con piedra plana y muros de piedra. En el mismo se pueden encontrar otro tipo de restos cerámicos como platos, y vasos, además de botellas, lo que denota un uso prolongado. También muy cerca del ventorrillo, en la parte de El Jautor, muy próximo a la Peguera, podemos encontrar otros abrigos adaptados a modo de refugio.

Abrigo rocoso que sirvió de refugio
Restos cerámicos  y canecos en abrigo

Interior de abrigo rocoso
Interior de abrigo

Caneco
Caneco

Restos cerámicos en abrigo rocoso

Abrigo rocoso adaptado a refugio




     Era habitual toparse con ventorrillos en el camino que nos une con Benalup (Casas Viejas), como el ventorrillo de Juan Lobón o el ventorrillo de Manuela, éste último nombrado así por razones obvias, su propietaria se llamaba así, y que se ubica adentrándose por la cañada de los Ratones. De él apenas queda nada, ya que el inmueble fue vendido y reformado. En la actualidad se trata de una vivienda habitada. En cuanto Juan Lobón, éste fue un curioso personaje literario y televisivo, basado en la vida de José Ruíz Morales, conocido en Alcalá como Perea, que inspiró un libro y una mini-serie de televisión en la que se narra la lucha atávica por el dominio de la tierra entre dicho personaje, cazador furtivo, y los dueños de las parcelas en la época de la posguerra. Perea estuvo en prisión y vivió en un lobón (así se denominaban a las cuevas).

Ventorrillo de Manuela
Miniserie
Libro

    No muy lejos de allí, en la zona de Carreta Quebrada, se encontraba la Posada del Carabinero.



    Seguimos en la carretera que nos une con Benalup, y me comentan que en una choza situada antes del cruce con la cañada de Los Ratones se encontraba el ventorrillo del Gato. Desconozco si se corresponde con alguno de los mencionados anteriormente o si, en cambio, se trata de un cuarto ventorrillo en ese camino, ya que tanto la Posada de los Carabineros, como el ventorrillo de Juan Lobón se situaban por esa zona.

     El siguiente ventorrillo se ubicó en un lugar un tanto curioso, en concreto en la finca el Torero, muy próximo a la linde con la finca La Parrilla, actual Corzo. Se conocía como el Ventorrillo del Tronco debido al apodo del propietario, vecino de Alcalá y conocido por todos. Del mismo solo quedan unas piedras, como ocurre en la mayoría de casos, y los restos de un horno de pan entre lentiscos. En los alrededores se ubica la cueva de los Contrabandistas, llamada así porque era el lugar de refugio de éstos. En la enorme cueva se podían encontrar restos cerámicos, de canecos y cajetillas de tabaco de la época y numerosas inscripciones de quienes se refugiaban allí. Igualmente se pueden encontrar indicios de contrabandistas en otros abrigos cercanos.

Horno del Ventorrillo del Tronco

     Toda esta zona, hoy apenas transitada, fue próspera en otros tiempos, y es por ello que podíamos encontrar distintos lugares donde tomar algo. Cerca de la finca el Torero, en la antigua carretera hacia Algeciras, hoy bajo las aguas del pantano, podíamos parar en los ventorrillos de lo que, prácticamente era una pequeña aldea, como el ventorrillo de Soriano y la Venta el Torero, que se ubicó, este último, en lo que antes fue la escuela. Recuerdo pasar por ese lugar cuando nos dirigíamos a la Parrilla, finca donde vivía mi padre. Igualmente recuerdo ir al ventorrillo o venta Rocinejo desde la Dehesa de las Yeguas para tomar algo. El pequeño núcleo de población contaba con escuela y venta, al igual que El Torero. Esos lugares se encuentran actualmente bajo las aguas del embalse del Barbate, y solo pueden apreciarse sus ruinas cuando desciende el nivel de dicho pantano.

Ventorrillo de Soriano
Rocinejo



Rocinejo
Rocinejo

Rocinejo en la actualidad
Rocinejo en la actualidad


El Torero
Ruinas Torero



     No muy lejos, también en el antiguo camino a Algeciras, nos encontrábamos con otros ventorrillos. El primero de ellos, a escasos metros, en unos caserones junto al Rincón de Coronada, al filo del actual camino de servicio, en la linde entre las fincas El Torero y Jautor, fue el ventorrillo de Rivas, regentado por María Rivas. Anteriormente fue la venta Carrasco.



     Más arriba podíamos encontrar el ventorrillo del Cojo de la Bobadilla o ventorrillo del Chorrito, situado en una choza por encima de la casa de la Bobadilla, muy cerca del Puerto del Castaño. Este ventorrillo cambió de lugar, trasladándose a corta distancia. De ambos inmuebles solo quedan algunas piedras.

Entrada a La Bobadilla
Ventorrillo del Chorrito

Ventorrillo del Chorrito
Corraleta junto a las chozas

Horno de pan de segunda choza
Restos de segunda choza



    Otro ventorrillo por la zona se ubicó en la entrada de La Nateruela y el Corzo. Se le conocía como el Ventorrillo de los Peña, ya que era el apellido de quienes lo regentaban. En la actualidad se pueden observar en la linde de la Nateruela y el Jautor restos de muros y centenares de botellas y bártulos de cocina rotos esparcidos por el suelo. Junto al ventorrillo había un manantial, a pie de un árbol que aún se conserva.

Ubicación Ventorrillo Los Peña


    Bien conocido por todos, aunque pocos lo habrán visto siquiera en fotografías, fue el Ventorrillo Ortega, el cual da actualmente nombre a la calle donde se ubicó. Situado en las afueras de Alcalá, junto al actual recinto ferial, servía a la gente de la zona y a quienes iban o venían por el camino.

Calle Venta Ortega en la actualidad
Ventorrillo Ortega


Ventorrillo Ortega

     Pero no fue el único conocido como Ventorrillo Ortega, hubo otro ventorrillo homónimo en la carretera hacia Medina o Jerez, propiedad de Juan Ortega Benítez, que servía a la gente en la entrada a la Cañada Maina, ventorrillo que posteriormente pasó a llamarse (y ya os sonará más) Venta Tablada. Esta venta aún se mantiene en pie, aunque ha dejado de usarse como tal. Su última reforma se llevó a cabo en 1980, año en que se sustituyó su tejado de madera de dos aguas por el actual. Fue la primera de las ventas en dejar de funcionar por la zona, unas por motivos económicos y otras debido a la construcción de la Autovía Jerez-Los Barrios. Así, posteriormente, también correrían su misma suerte la Venta Braulio, Venta Los Gallos, etc.

Venta Tablada

     Pero no fue el único ventorrillo en la zona, sino que a unos cientos de metros dirección Alcalá, justo a pie del camino de servicio de la autovía, entre las ventas Tablada y Braulio, existió otro ventorrillo desde principios del siglo pasado. El actual propietario del inmueble me informó de que conocían la existencia del ventorrillo, pero que nunca lo han conocido en funcionamiento. He de añadir que en antiguos mapas consta un ventorrillo más junto al de Tablada y Ortega.





     Un ventorrillo que dejó de funcionar y que ha sido restaurado a posteriori, volviendo con ello a sus antiguas funciones, fue el Ventorrillo de Caracena, sito en el camino hacia San José del Valle. La finca fue adquirida por Paco Viaje, quien retomó las funciones del antiguo ventorro. Actualmente es una venta bastante popular donde se sirven platos típicos caseros de la zona.

Venta Caracena
Ventorrillo Caracena

     No podemos olvidarnos de los ventorrillos del Valle, situados en el antiguo camino de Algeciras que discurría por la cañada Peña Parda de forma paralela al arroyo Lesma. Para mejor entendimiento del lector, estaban ubicados en un camino que discurre por detrás de “Los Sementales”, actual Comisaría de la Policía Local, y que desemboca en el actual camino de servicio de la autovía, cerca del Cortijo el Pradillo. Estos ventorrillos dejaron de funcionar debido a que, entre otras cosas, se creó la actual salida hacia Algeciras, por lo que el tránsito disminuyó considerablemente.

Ventorrillo del Valle



     Otro ventorrillo que los más veteranos recordarán es el ventorrillo de los Tenería, situado en la subida de la calle de la Salada (Nuestra Señora de los Santos), desde la Barriada el Prado.

Calle Tenería

     Un camino bastante transitado fue el que se dirigía a la fuente de las Presillas, y no solo por la fuente con propiedades medicinales en sí, sino por la cantidad de molinos aceiteros y cortijos de la zona, por lo que un negocio de estas características resultaría rentable, ejemplo de ello sería el Puerto de la Parada, o el ventorrillo de Piña, pero no fueron los únicos ventorrillos de la zona. Así, en el camino que va desde el Puerto de la Parada a las Presillas, por la vereda de Cabeza Redonda, podíamos encontrarnos con el Ventorrillo de Eugenio. Lo regentaba Belén Román Estudillo y Eugenio Moreno Celis, éste último compaginando con la función de guarda del Palmitoso y siendo hijo de Antonio Moreno Hidalgo, alias "el Maestro Barbero", ya que era peluquero, y que era propietario de una finca colindante. Con anterioridad a éstos, el ventorrillo era regentado por José García y Sebastiana Cantizano, matrimonio que se mudó a Algeciras. Actualmente es una vivienda habitada, propiedad de la familia que adquirió la finca.


     Se seguimo de camino hacia Cabeza Redonda, cerca de este cortijo, junto a unos eucaliptos, se encontraba el ventorrillo de Piña. Del mismo no queda nada, ya que muchos de los inmuebles de piedra en la zona fueron retirados.

Lugar donde se ubicó el ventorrillo


     Volviendo al Ventorrillo del Puerto de la Parada, éste no se ubicó siempre donde se encuentra en la actualidad. Sus actuales propietarios, o más bien su padre, Pepe Tenorio, ya que éstos eran solo unos niños, tenía el ventorrillo 100 metros más adentro siguiendo la vereda de Cabeza Redonda, inmueble que actualmento es una cabreriza. En él, con una simple hornilla, abastecía a sus clientes hasta que adquirió el ventorrillo actual.

 
Ventorrillo Puerto de la Parada actual

Antiguo Ventorrillo de Pepe Tenorio

    La familia que regenta el ventorrillo del Puerto de la Parada lo hace como tradición familiar, ya que su abuela prestaba estos servicios en "El Ventorrillo de Catalina", en la finca La Santita, frente las Albarizas, lugar transitado por la cañada de Flor de Lis o la vereda de Miranda, ambos caminos que se dirigen a San José del Valle. En la actualidad, el inmueble ha sido adquirido por ciudadanos alemanes y ha sido reformado.

Ventorrillo de Catalina

    Otro ventorrillo se encontraba en el camino que une nuestro término con San José del Valle, pero pasando por el Bujo. Si seguimos esa colada, después de pasar por la antigua escuela rural del Bujo, dejar a un lado Cruz Verde, a la altura de la finca "La Toma", justo en su linde con el Bujo, junto a la cancela de la colada se encuentra el caserón de lo que fue el ventorrillo. Está totalmente derruido y cubierto por maleza.





    El ventorrillo de la Lapa se situó en la carretera del Picacho, frente al Vertedero. Del mismo apenas queda nada, unas piedras donde se vislumbra lo que fue la planta del inmueble.


Ventorrillo Carretera Picacho

     No es el único ventorrillo que se ubicó por esa carretera. En cotas más altas, estaba el ventorrillo del Picacho u Ollero, regentado por Francisca, de la familia de "Los Picacheros". Este se encontraba cerca del refugio "El Picacho", un poco más arriba. Es un pequeño inmueble con tejado de uralita que en la actualidad tiene uso agrario.

Refugio El Picacho


    Si volvemos a la carretera de Puerto Galis, nos encontramos el ventorrillo del Cruce (nombre dado por estar situado en el cruce hacia San José del Valle, en el Puerto de las Palomas). Las ruinas que hay en el lugar son de la antigua casa de Mariluz, pero en el lugar hubo un ventorrillo con anterioridad.

Cruce Puerto de las Palomas

    Si tomamos ese cruce en dirección a San José del Valle, nos encontramos lo que fue otro ventorrillo en la linde entre municipios en la llamada Casa de las Palomas, que también regentado por familiares de "los picacheros".

Casa de las Palomas

    Ya fuera del término de Alcalá, pero siéndonos bien familiar, encontrábamos el ventorrillo de Igualeja, también conocido como Casa Contreras, sito en Puerto Galiz. Lo conocí de pequeño, tengo un vago recuerdo yendo con mi familia a comer. Recuerdo unos señores mayores, Juan "el Igualeja" y Catalina, y unas figuras talladas por él con la particularidad de que disponían de un mecanismo manual consistente en que una cuerda aupaba un pene de madera que aparecía bajo el vestido o sotana de la talla.

    Si miramos a los pies del Peñón de Ballesteros, esa enorme roca aislada que preside el puerto, esas ruinas que se ven es todo lo que queda del antiguo ventorrillo. El Plan General de Ordenación Urbana de Jerez de 1995 incluía esta casa, la "Casa Contreras", en su catálogo de bienes a proteger como patrimonio rural y etnográfico. Se quería destacar así la singularidad de esta construcción, su especial estampa y su sabor tradicional. El inmueble contaba con horno de pan, solería de piedra de Tarifa, vigas de madera que sostenían su tejado de teja árabe, soberado, un pequeño emparrado en la entrada, y un cartelito colgado de la pared donde podía leerse: "Casa de Juan El Igualeja. El que tenga bulla que se vaya". En la Venta "vieja" de Puerto de Gáliz servían algunos refrescos o café de pucherete o unos huevos fritos con chorizo. En ocasiones, los huevos se recogían para la ocasión en el corral de la casa y las chacinas colgaban de una alcayata clavada en una viga del techo. La casa cerró a finales de la década de los noventa por lo que se derruyó progresivamente quedando solo ese puñado de piedras en el suelo frente a la Venta Puerto Galiz.

     Hoy en día, el Puerto de Gáliz continúa siendo esa encrucijada de caminos entre las carreteras que unen Jerez, San José del Valle y Algar con Cortes y Ubrique o con Jimena y Alcalá. Y presidiendo este paraje,  se sitúa la conocida Venta del Puerto de Gáliz, que ya en 1940, en la casa en torno a la que se construyó posteriormente la venta, servía sus primeras viandas a los viajeros que transitaban por estos apartados lugares. A partir de 1960 amplió sus servicios y hoy es parada obligada de quien circula por estas carreteras y aún destino final de otros que quieren disfrutar del paseo y de los magníficos paisajes que nos deparan los Montes de Jerez, y los bosques de Los Alcornocales.
Ruinas Ventorrillo Igualeja
Igualeja

     Seguramente hubieron muchos más ventorrillos de este tipo, y puede que echéis algunos en falta. En algunos casos los nombres de los ventorrillos variaban al cambiar de dueño. Así, muchos habrán conocido el ventorrillo de Curra, el ventorrillo del Moro (actual 3 caminos), el ventorrillo del Bujo, el ventorrillo de Serafin (carretera de Paterna), ventorrillo de la Pelea, etcétera, pero solo quería haceros un acercamiento a algunos de los que conozco. En mis habituales salidas al campo a lugares remotos, y sobre todo en verano, cuando contemplo las ruinas de estos antiguos establecimientos, pienso: "Que bien me vendría un refresquito ahora", pero ya no es posible...



BIBLIOGRAFÍA:

-García Lázoro, A. y García Lázaro, J. : "En el Puerto Galiz". Diario de Jerez. 2005 [ver aquí]

-"Historia de Alcalá en Imágenes". Facebook. [ver aquí]







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